La Ley de Prevención de Riesgos Laborales pretenden proteger la seguridad y salud de todas las personas trabajadoras que desempeñan su actividad en territorio español, por ello, en un entorno laboral en el que los riesgos se diversifican y aumentan, así como, la detección de patologías asociadas a ciertos puestos, es necesario comprobar como afectan estos factores a mujeres y hombres.

Factores que justifican su integración

• Factores biológicos que afectan al desempeño de ciertas actividades, como el embarazo o la lactancia.
• Factores sociales asociados a la segregación por sexos de los sectores de actividad como, por ejemplo, los hombres suelen tener más puestos en empresas industriales, mientras que las mujeres son mayoría en el sector educativo o sanitario, así como, la segregación por responsabilidad dentro de las estructuras empresariales, siendo la mayoría de hombre los que ocupan los puestos de mayor responsabilidad y las mujeres ocupan la mayoría de los puestos de baja cualificación o menor responsabilidad.
• Factores psicosociales como la carga mental asociada a la vida personal que transciende al ámbito profesional, la cual suele ser mayor en el caso de las mujeres.

Todos estos factores, hacen que las circunstancias que rodean e influyen al desempeño de las tareas productivas, sean distintas si tenemos en cuenta quien las lleva a cabo es una mujer o un hombre

Información y formación

Una vez tomados en consideración estos factores, llega el momento de elaborar la documentación para crear el Plan de Prevención de Riesgos Laborales. En este punto es vital hacer partícipes, bien sea porque el documento lo hace un recurso preventivo interno o bien sea elaborado por un Servicio de Prevención Ajeno, de la toma de decisiones para aplicar las medidas preventivas adecuadas a las circunstancias de las trabajadoras y trabajadores dentro de la organización.

Para integrar la perspectiva de género en la gestión preventiva, desde la directiva y hasta las personas trabajadoras dentro de organización, deben estar concienciadas sobre esta necesidad, como, por ejemplo:

• La persona encargada de realizar la evaluación de riesgos, este formada en Igualdad.
• El plan de formación contenga un programa de sensibilización respecto a la perspectiva de género.
• Contribución, de todas las partes implicadas, a crear un clima laboral saludable e igualitario en el que no se tolere ningún tipo de discriminación por razón de sexo.

Las Planes de Igualdad permiten generar sinergias entre la disciplina de la Seguridad y Salud Laboral y la Igualdad, así como, tener en cuenta la perspectiva de género implica un enfoque transversal en toda la política y actividad preventiva de la empresa.

Fuente: Instituto de Seguridade e Saúde Laboral de Galicia, INSST