Así es, la composición de la arena de playa puede variar dependiendo de su ubicación geográfica y otros factores ambientales, pero en general, está compuesta principalmente por granos de sílice, en forma de cuarzo, carbonato de calcio, feldespatos, micas y otros minerales.

Un agente cancerígeno de categoría B1, según la clasificación de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) significa que se ha demostrado que su exposición puede causar cáncer en los seres humanos.

Además del riesgo de cáncer, la exposición a la sílice también puede causar enfermedades respiratorias, como la silicosis, una enfermedad pulmonar crónica y progresiva que puede ser incapacitante e incluso mortal.

Podríamos pensar entonces que disfrutar de un día de playa entraña un riesgo para nuestra salud, pero esto no es así, las concentraciones a las que nos enfrentamos y el hecho de estar al aire libre disminuyen enormemente la concentración respirable, con lo que podemos seguir disfrutando de nuestras costas.

Esta situación, no obstante, se produce en muchos centros de trabajo en los que se presentan elevadas concentraciones de sílice en el ambiente:

1. Construcción: La sílice se encuentra en materiales de construcción como cemento, ladrillos, azulejos, cerámica, yeso y mortero.

2. Minería: La sílice se encuentra en minerales como cuarzo, cristobalita y tridimita

3. Industria del vidrio: La sílice es un componente importante del vidrio y se encuentra en la arena utilizada para hacer vidrio.

4. Industria del fracking: La sílice se utiliza en el proceso de fracturación hidráulica para extraer gas y petróleo de rocas subterráneas.

5. Industria del moldeo (fundiciones de metales): La sílice se utiliza en el proceso de fundición para hacer moldes para metales.

En este tipo de empresas se deben garantizar estas medidas preventivas.

Empresa:

- Evaluar la exposición a polvo y sílice de forma periódica.

- Implantar medidas de control y prevención.

- Suministrar los EPI’s adecuados.

- Señalizar los lugares de riesgo,

- Informar y formar a los trabajadores, 

- Garantizar una vigilancia de la salud específica y eficaz.

- El lavado de la ropa de trabajo realizado por la empresa

Trabajadores:

- No comer, beber o fumar en el lugar de trabajo.

- Antes de comer, beber o fumar, los trabajadores deben lavarse las manos y cara con agua y jabón y quitarse la ropa de protección o de trabajo. 

- Al salir de la zona de trabajo, limpiar y quitarse la ropa de protección. No utilizar sistemas de aire comprimido. 

- Guardar la ropa de protección o de trabajo de forma separada de la ropa limpia u otras prendas personales, doble taquilla.

- Uso, mantenimiento y limpieza adecuado de los equipos de protección individual.

- Prohibición expresa que los trabajadores se lleven la ropa de protección y el calzado de trabajo a su domicilio.

Así pues, es importante tomar en cuenta los riesgos de la exposición a la sílice y tomar medidas preventivas para proteger la salud de los trabajadores y prevenir el cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares relacionadas con la sílice, entre las que destaca el uso de mascarilla de protección frente partículas FFP3, que no son otras que las que por desgracia, se han empleado duranta la pandemia y todos conocemos.