Dolor de cabeza, fiebre, dolores menstruales, de espalda…los motivos para tomar antinflamatorios o analgésicos, es extensa, aunque algunas personas ante síntomas muy leves, los consumen sin receta.
Es práctica puede llegar a ser muy peligrosa, ya que uno de los principales efectos adversos de la automedicación son las reacciones alérgicas.
“No hay ninguna sustancia química que ingiramos como principio activo de un medicamento que sea totalmente inocuo”, advierte el Dr. José Ramón Azanza, director de Farmacología Clínica de la Universidad de Navarra. “Con una única dosis convencional de un medicamento, como la que tomamos de forma esporádica cuando a uno le duele la cabeza, es muy raro que pase nada, sobre todo cuando ha tomado ya ese fármaco previamente. Los problemas surgen cuando la situación que exige la toma de un medicamento es crónica”, explica el especialista.
El ibuprofeno y el paracetamol son dos de los medicamentos más populares y vendidos en nuestro país. Desde 2019, ambos fármacos solo se pueden adquirir con receta (600mg-1g) ya que vulneraba la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos.
¿Sabes cuáles son los posibles efectos adversos que tienen estos medicamentos?
Ibuprofeno
El ibuprofeno es un antinflamatorio, por lo que se consume para aliviar inflamaciones y/o dolores asociados. El consumo excesivo de los fármacos de esta familia puede favorecer la aparición de enfermedades renales. “Una de las principales causas de diálisis sigue siendo el consumo crónico de antiinflamatorios. Una persona aparentemente sana, que no tenía problemas, se encuentra con que tiene una insuficiencia renal y que necesita un tratamiento irreversible como la diálisis”, reconoce el Dr. Azanza.
Además, enfermedades en el riñón, aumenta el riesgo de padecer problemas de morbilidad cardiovascular como: arritmias, insuficiencia cardíaca o infartos.
Paracetamol
Aunque el paracetamol también se toma para paliar dolores de cabeza o fiebre, pertenece a la familia de los analgésicos y esto no tiene efectos antiinflamaciones. Un mal uso del paracetamol tiene como principal riesgo un daño hepático. Una dosis alta y reiterada de este fármaco puede acabar afectando a la salud del hígado.
Ambos medicamentos son consumidos de forma habitual por el común de la población y por ello no siempre posible su control/reducción, ya que para enfermos crónicos su demanda es diaria. Por ello, debe primar el control médico y que sea el responsable de su seguimiento el que pueda valorar como le está afectando al paciente el medicamento en su organismo.
Fuente: Clínica Universidad de Navarra
¡Ya has sido suscrito a nuestro boletín!
¡Tu mensaje ha sido enviado!
Te contestaremos a la brevedad, muchas gracias por confiar en nosotros.