Un técnico nos comentó una vez historia 100% real vista en una reforma de una casa individual a las afueras de una gran ciudad.
Parecía una visita normal, en la que cada operario estaba realizando su labor encomendada, hasta que el técnico vio como uno de los obreros, que estaba arreglando el tejado, se balanceo peligrosamente hacia el vacío, pero rápidamente recupero el equilibrio y todo quedó en un susto.
Cuando el técnico se aproximo para comprobar que el EPI del trabajador estaba en regla, poco más y no les deja continuar con la obra, porque el trabajador llevaba un arnés ¡¡PERO NO ESTABA CONECTADO A NINGUNA LÍNEA DE VIDA!!
La excusa del empresario fue decir que los componentes de la línea de vida llegaban al día siguiente.
Tanto el empresario como el operario asumieron un riesgo extremadamente elevado que podría haber terminado de una manera muy trágica.
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