Debido a la particularidad inherente a que el medio de transporte elegidos por sus majestades y Papá Noel son animales vivos, te traemos una readaptación de los 11 puntos que hay revisar para mantener un vehículo en perfecto estado.

CALENTEMOS MOTORES

1. Revisar la batería

Podemos controlar el nivel de la “batería” de los renos y camellos comprobando su alimentación durante las semanas previas a sus grandes viajes. 

Si ha comido correctamente durante este tiempo, podrás soportar la noche de viaje alrededor del mundo para repartir regalos.

2. Comprobar luces y limpiaparabrisas

Lo que podemos considerar las “luces” de los animales, son sus ojos.

Un par de días antes de las noches señaladas, renos y camellos tendrán que someterse a un examen visión para comprobar que están al 100% en el caso que algún cuerpo extraño se cruzase en su camino.

No hay que olvidar que los renos de Papá Noel llevan aproximadamente surcando nuestros cielos desde hace unos 200 años ¡¡y los camellos desde hace más de 15 siglos!!, y aun no ha habido ningún contrato relevo para ninguno de ellos.

3. Poner a punto los filtros

Los filtros en un vehículo motorizado son los encargados de evitar que lleguen todo tipo de impurezas al motor. ¿Cuáles son los filtros en este supuesto?

• el filtro de aire y combustible: se tendrá que comprobar que el sistema respiratorio de renos y camello se encuentra despejado, así como su sistema digestivo.
• el filtro del habitáculo: en el caso de Papá Noel, en el habitáculo que va es un trineo con ventilación continua y los reyes magos no requieren de ningún habitáculo para desplazarse en sus camellos.

4. Frenos, neumáticos y amortiguadores: ¡listo!

Aunamos estos tres puntos ya que todos se refieren a la misma parte de los animales, las patas.

Sin sus patas en óptimo estado, ningún regalo podría ser entregado, por ello tendrán que pasar una revisión previa con un fisio especializado para comprobar que hay ninguna lesión que pueda retrasar el reparto.

Por supuesto, previo al viaje, los animales deberán seguir una serie de entrenamientos en distancia y resistencia para probar el sistema de frenado de emergencia y su adaptabilidad a los distintos terrenos que hay en el planeta.

5. La correa de distribución debe estar en perfecto estado

En este punto no debemos dejar volar mucho nuestra imaginación ya que las riendas y arneses que unen a los renos con el trineo y a los camellos con la silla de los reyes magos, son las encargadas de que el “motor” obedezca a los mandos del “piloto”.

Tanto en este supuesto como en el de un vehículo motorizado, la rotura de las correas provocaría un riesgo grave para la integridad de los regalos.

6. Revisar el nivel de lubricante y refrigerante

Volvemos a juntar dos puntos, ya que en el caso de los “vehículos” de sus majestades, ya que el agua ejerce la función de ambos compuestos.

Como dicta la tradición, en cada casa se deben dejar un vaso de agua/leche a sus majestades y sus camellos.

7. Cerciorarse del sistema de escape y catalizadores

Como hemos hablado a lo largo de este post, es muy importante que el sistema digestivo de camellos y renos este en perfecto estado, pues el estrés físico al que van a estar sometidos mientras se realicen las entregas de los paquetes, va a ser elevado y sus majestades y Papá Noel necesitan que no haya ninguna fisura en su plan.

Una vez se compruebe que los animales se encuentran en perfecto estado, ¡solamente queda esperar a la noche del 24 de diciembre y el 5 de enero para recibir los ansiados regalos!